“La prudencia será primordial para volver a la normalidad”

Amparo Navarro, alcaldesa de Benissanó

Amparo Navarro reparto mascarillas

Hace justo un año, en las elecciones municipales del 26-M, fueron elegidos o reelegidos como alcaldes de sus pueblos. Hoy afrontan un primer tramo de esta nueva legislatura marcado por la pandemia del coronavirus. Desde el confinamiento lanzamos las mismas preguntas a cada uno de los responsables políticos de los municipios de Camp de Túria para hacer una radiografía de la comarca en plena crisis sanitaria y económica y conocer cómo se preparan para la desescalada anunciada por el Gobiernoa partir de este arranque del mes de mayo.


¿Qué medidas se han adoptado para hacer frente a las crisis del coronavirus?

Desde el comienzo de esta crisis sanitaria se han ido tomando medidas teniendo en cuenta en todo momento las recomendaciones del ministerio de sanidad y las autoridades competentes y en cuanto al aspecto económico tomando en consideración la situación concreta de nuestro municipio. La peculiaridad de esta situación ha provocado que las medidas que vayamos tomando puedan cambiar o se puedan incrementar de unas semanas a otras según las necesidades que vayan surgiendo.
Cierre y desinfección de edificios e instalaciones municipales, desinfección periódica de las vías públicas y lugares sensibles, reorganización del trabajo municipal adaptándonos al teletrabajo, protección de los trabajadores municipales (incluso la posibilidad de hacer test rápidos), incremento de las labores de vigilancia, información telefónica y telemática, atención a los colectivos más vulnerables, compras solidarias, colaboración con el voluntariado que elabora mascarillas y equipamiento, reparto de kits higiénicos, coordinación con los servicios de la Mancomunidad y los distintas administraciones, contacto con la comunidad educativa.

Respecto de las medidas económicas van a ir tomándose teniendo en cuenta la evolución de esta crisis y las posibilidades del ayuntamiento. Estamos redoblando esfuerzos para compaginar ambas situaciones y sobre todo poniendo encima de la mesa medidas sensatas y reales que sirvan para mantener servicios e incluso incrementarlos para ayudar a aquellos que peor lo están pasando por no poder abrir la persiana cada día o hayan perdido su trabajo. Además, los Servicios Sociales y la atención domiciliaria en estos momentos son clave para afrontar la situación que estamos viviendo.

Las medidas que hemos tomado van en la línea de aplazar impuestos y tasas, fraccionamientos sin intereses, exenciones de tasas por ocupación de vía pública por terrazas de bares y restaurantes, devolución de la parte proporcional de la tasa por recogida de residuos urbanos a las empresas que se han visto obligadas a cerrar o han tenido pérdidas relevantes, exención de la tasa por prestación del servicio de Escoleta Municipal y sobre todo seguir pagando a los proveedores en tiempo y forma.

Nos encontramos en una situación que genera que las medidas se tomen según la evolución de la crisis, las distintas ayudas que ofrecen las distintas administraciones públicas y las posibilidades reales de los diferentes ayuntamientos. También en esta materia es necesaria la serenidad y el estudio consciente de cada una de las medidas y su repercusión en el municipio.

¿Qué impacto ha tenido en el municipio?

El impacto económico, y como consecuencia el social, es el más significativo. El cierre de las diferentes empresas y negocios y el incremento de los colectivos vulnerables supone (y va a suponer), un incremento considerable de la atención en los servicios sociales y de la atención municipal para frenar el impacto y recuperar todos los sectores que se están viendo afectados.

Esta crisis ha dado paso a un tiempo de incertidumbre a todos los niveles y vamos a tener que revisar todas las previsiones y todos los planes a corto y medio plazo. La realidad es otra, una realidad distinta a la que nos habíamos planteado y cualquier ayuda va a ser poca para la magnitud del impacto. En ello trabajamos todos los días.

Respecto al impacto a la salud, afortunadamente Benissanó se ha visto mínimamente afectado y no se han dado casos graves. Es por eso que tenemos que continuar en la línea de la responsabilidad y seguir las normas y recomendaciones que nos marcan desde Salud Pública.

¿Qué fortalezas y debilidades como pueblo ha hecho aflorar esta crisis?

Esta situación, en toda su crudeza, ha hecho aflorar la esencia de lo que es vivir en un pueblo: la vecindad, la relación de los vecinos y la solidaridad entre ellos. Como sociedad, en general, nos habíamos acostumbrado a vivir de puertas a dentro. Vivíamos la calle y la vecindad como algo excepcional y puntual y nos hemos dado cuenta de la importancia del contacto con los demás y de la importancia de la cadena de solidaridad que puede surgir de ese contacto. Ha salido a flote “lo bueno” de la gente: las ganas de ayudar, de colaborar, de cantar y reír, de comunicar, de empatizar. Somos más conscientes de que somos necesarios todos para superar las situaciones difíciles.

A nivel económico, ha quedado patente que es necesario gestionar pensando en poder atender las necesidades de los vecinos si se dan situaciones de crisis.

¿Cómo va a ser la desescalada?

La desescalada será como nos la vaya marcando la autoridad competente. Los municipios tendremos que ir adaptándonos a las normas, pautas y recomendaciones que se establezcan. La prudencia, las medidas de higiene y las de seguridad serán primordiales para poco a poco ir volviendo a la normalidad.