A SVPAP le demoran la entrada a un piso desalojado donde se encontraban animales domésticos

El pasado día 22 de junio del año 2010 la Sociedad Protectora de Animales y Plantas (SVPAP) recibe una llamada desesperada en el Centro de Adopción de Animales de Benimamet de una señora que fue desalojada de su domicilio el día 16 de junio y en el interior del inmueble, además de sus enseres, se encontraban dos pájaros y una gata.

A partir de este momento comienza para la SVPAP la cuenta a tras, sabiendo que habían pasado ya seis días y que la situación era critica porque la vida de los animales corría grave peligro, se ponen en contacto con el abogado de la propietaria para que nos informe de lo ocurrido. Conocen entonces, que el piso es ahora propiedad de una importante entidad bancaria y que las llaves están en el juzgado.

Día 7 (23 de junio): proceden a llamar al juzgado y en calidad de servicio municipal de recogida de animales les solicitan nos faciliten las llaves para proceder al rescate de la gata y los pájaros. Igualmente preguntan por qué cuando el servicio de notificación de actos, cerró el inmueble no se les nformó de la existencia de los animales para hacerse cargo de los mismos en ese momento, ya que el protocolo de actuación que tienen concertado con Juzgados así lo determina. Las respuestas son negativas, se le indica que no tenían constancia de que hubiera animales dentro del inmueble, y que se comunicaran al propietario actual, la entidad bancaria, que ellos no pueden hacer nada más. De nada sirven las peticiones.

Ese mismo día llaman a la directora de la entidad, la cual tenía conocimiento de la situación desde el día 17 ya que el abogado de la propietaria del inmueble se lo había comunicado, y esta señora les remite directamente a su abogada. Hablan con su abogada la cual les dice que enviará al día siguiente mediante su procurador un escrito al juzgado para que desde el juzgado acompañen a la señora a recoger los enseres y a los animales.

Día 8 (24 de junio): el procurador presenta el escrito pero no recoge las llaves, porque su abogada no se lo permite. Desde el juzgado les informan que la entidad bancaria puede tener acceso a las llaves en cualquier momento. Tras varios intentos de localizar a la abogada, tratan de convencerla para que nos facilite las llaves y nos las entreguen para proceder al rescate, ya que tiene la obligación moral de hacer algo por esos animales. Les dice que tendrá que ser al día siguiente.

Día 9 (25 de junio): Se hacen entrega de las llaves y los operarios de la SVPAP acceden al domicilio y rescatan a los animales, vivos. Los pajaros están bien, pero la gata muestra signos de deshidratación y un posible fallo renal y hépatico por falta de alimento. Se procede a su hidratación inmediata mediante sueroterapia y se informa a la propietaria del grave estado en el que se encuentra el animal. A las dos horas comienza a agonizar y una veterinaria procede a su eutanasia.

Ante estos sucesos la SVPAP desde la más profunda impotencia se pregunta:

¿Por que el servicio de notificación de actos no les informó, ya que son el servicio municipal de recogida, de la existencia de esos animales?

¿Por qué el juzgado no facilitó las llaves al servicio municipal de recogida desde el momento que tenía conocimiento de la grave situación que atravesaban los animales?

¿Por qué la entidad bancaria, que podía tener acceso a las llaves desde el primer momento, y tenia constancia de que los animales estaban en el interior del inmueble desde el día siguiente, solo actuó ante las presiones de la SVPAP?

Y la única lamentable respuesta que obtenemos es: porque simplemente eran animales no humanos.

Si la palabra animales que se repite en este texto, fuera sustituida por anciano, hombre, mujer, niño, niña, bebé, este suceso jamás habría ocurrido. Pero, de nuevo, la vida de otra especie animal, no tiene la misma categoría, ni merece el mismo respeto que la nuestra.

Independientemente de las acciones legales que la SVPAP pueda emprender ante este hecho, quieren dar a conocer públicamente, con la única pretensión de intentar que las conciencias de los animales humanos despierten del largo letargo en el que están sumidas, que la deuda infinita que tienen para con los animales comience a saldarse, para que algún día podamos evitar que, LA INDIFERENCIA HUMANA PROVOQUE OTRA MUERTE ANIMAL.

Julia Perez, Coordinadora del Centro de Adopciones de Benimamet

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