‘1ª Marcha Cicloturista de los 7 Picos’ en Requena: una experiencia memorable


El mundo del ciclismo es muy complicado para alguien como yo, simple aficionado ocasional que sólo conoce el abecé de este deporte. Una cosa si está clara: hay que vivirlo para entenderlo; no sólo porque posee un vocabulario especial (pájara, pelotón, bidones, escapadas…) sino por cómo sabe calar en sus seguidores. Con este reportaje pretendo referirme un poco a este ámbito… ¡pero ya os aviso que es bastante laaaargo!

JGC

El ciclismo es un deporte muy duro y exigente, aunque los aficionados disfrutan rondando por laderas inhóspitas, caminos polvorientos y sendas escarpadas. Además, la afición por el ciclismo suele generar disputas con las respetivas parejas: la pregunta “¿a quien quieres más, a tu novia o a tu bicicleta?” suele desembocar en acaloradas discusiones.

Bromas aparte, aprovecho que en Requena va a tener lugar la ‘1ª Marcha Cicloturista de los 7 Picos’ para quedar con tres miembros de la Peña Ciclista de l’Eliana (Carlos Torres, Alberto Torres y Juanjo Ramos) que van a participar en la carrera. Carlos y Alberto son hermanos, aunque el parentesco no impide los lógicos piques… “aunque solemos llegar juntos a meta, para que no se enfaden nuestros padres”, me comentan entre risas.

Salida desde La Pobla
El trayecto en coche es largo, así que hay tiempo para hablar de diversos aspectos relacionados con la carrera que va a tener lugar. Los tres cicloturistas se marcan objetivos en tiempos y posiciones, pero pronto compruebo que los registros que pretenden alcanzar son demasiado light. Ellos mismos son conscientes de que lograrán mejorarlos. Al parecer, es una práctica muy extendida entre los aficionados a la bicicleta: una cosa son los tiempos que dicen que van a lograr y otra muy distinta los que realmente se imaginan que va a ocurrir. Son muy pillos, vaya.

De camino a Requena vemos a otros coches y furgonetas y casi todos ellos cuentan con algún pasajero ataviado con su maillot… además, se ven las bicicletas asomar en la parte trasera de cada vehículo. “Todos estos van a la marcha de Requena”, señala Juanjo. “¿Dónde irían si no, un sábado a las 6:15 de la mañana?”, comenta jocosamente Alberto. Según la organización, se espera que compitan más de 1.000 ciclistas.

Llegada a Requena
'1ª Marcha Cicloturista de los 7 Picos' en Requena: una experiencia memorableYa hemos llegado a la población desde la que se inicia la competición (y que, al mismo tiempo, se convertirá dentro de unas horas en el lugar de llegada). Acompaño al trío ciclista a recoger sus dorsales.

A pesar de que faltan casi dos horas para el inicio de la marcha, ya ha colas bastante largas. “La gente ha debido pasar aquí la noche”, bromeo con mis acompañantes. Nos cruzamos con otros miembros de la peña ciclista y les deseamos suerte.

Tras recoger los dorsales, Carlos, Alberto y Juanjo se dirigen a un stand en el que se reparten bebidas y comidas. “Esta mañana no tenía nada de hambre, pero hay que comer para que no me fallen las fuerzas durante la carrera”, dice Carlos. Le pregunta si ahora tiene apetito, y me asegura que no.

Los nervios y la tensión van aumentando, poco a poco. Los tres miembros de la Peña Ciclista de l’Eliana se despojan de sus ropas de calle y se visten con sus maillots. Acto seguido se dan cremitas para tratar de evitar dolores musculares o quemaduras solares. Se prevé que estarán entre 6 y 7 horas sobre la bicicleta, y parece que el sol va a ser de justicia.

Inicio de la carrera
'1ª Marcha Cicloturista de los 7 Picos' en Requena: una experiencia memorableYa son las 9:00 y la carrera no ha empezado. Al parecer, se retrasan algunos miembros del dispositivo de seguridad. Hay silbidos, la gente no aguanta la inactividad: necesitan empezar a competir, quemar energías, marcar la cadencia del pedaleo, sentir el paso de kilómetros…

De pronto, todo se desencadena: se inicia la marcha, sin que se produzca ningún incidente. Tomo las primeras imágenes y me dirijo al lugar en que está estacionado nuestro coche. Voy a hacer un seguimiento a los tres ciclistas a lo largo de 7 puertos de montaña que van a distribuirse a lo largo de 185 kilómetros.

Arranco y me pongo en marcha. Consigo alcanzar pronto el final de la carrera, en la que un Guardia Civil en motocicleta me impide rebasarlo. Sin embargo, un coche que me sigue no tiene ningún inconveniente en dejarnos atrás. Cuando le pregunto al agente del orden, me dice que el vehículo que nos ha adelantado “es de la organización”. Ver para creer.

Llego a la conclusión de que estoy ante el agente de la benemérita más crédulo de toda España, ya que el conductor del otro coche era el padre de uno de los participantes (y se le notaba bastante, porque el hombre iba absolutamente perdido). ¿Cómo puede un “miembro de la organización” desconocer el trayecto de una competición que ha organizado? En fin, dejémoslo. Le explico al agente que soy de un medio de comunicación y que estoy cubriendo la jornada. Curiosamente, pese a ser cierto, no parece creerlo. De repente se ha vuelto una persona desconfiada. Al final me deja pasar. Pero llevo un retraso considerable respecto a la mayoría de los corredores.

Los primeros puertos
Pero de montaña, claro. En pocos minutos llego donde están algunos competidores rezagados. Quizá han evaluado mal la dureza de la competición en la que se han inscrito; o, simplemente, están teniendo un mal día. Pero veo las primeras caras de sufrimiento: estamos en el Pico Negrete y la cosa no está para bromas. Incluso yo noto que el primer puerto de la mañana es exigente.

Intento adelantar a los ciclistas en algunos repechos, pero la cosa no es fácil: ni yo tengo práctica ni los competidores están muy por la labor; es normal, ellos están centrados en subir cuanto antes el desnivel al que se están enfrentando. Me cargo de paciencia y trato de entorpecer lo mínimo su ascenso, mientras voy adelantando poco a poco. Una chica me comenta: “Ay, si tuviera una cuerda…”. No es una proposición, claro: sólo me quiere para que la remolque… que la ayude a ascender, quiero decir, que hay gente muy mal pensada…

Las bajadas
Estoy viviendo la pequeña venganza de los ciclistas respecto a los conductores de automóviles. Es algo fácil de entender: normalmente los ciclistas no son tratados con demasiado respeto por los conductores de coches, furgonetas, camiones… que, sin darse cuenta, amenazan la seguridad de los ciclistas. Ahora soy yo quien está invadiendo su terreno natural, y estoy sufriendo su pequeña venganza.

¿En qué consiste? Bueno, no debe ser agradable ver como alguien supera un puerto de montaña sin demasiadas dificultades, ya que viaja en un vehículo con motor. Por eso, los ciclistas aprovechan las bajadas de los puertos de montaña para exhibir su velocidad y destreza; una situación peligrosa, que me obliga a multiplicar mis miradas a los espejos retrovisores mientras soy adelantado por bicicletas que pasan a mi lado como centellas. Hace calor, pero yo sudo por otros motivos… ¡vaya kamikazes que estoy viendo! Y del trío de l’Eliana, ni rastro. ¿Se habrán ido a correr el Giro o el Tour? No lo descarto…

El re-encuentro
'1ª Marcha Cicloturista de los 7 Picos' en Requena: una experiencia memorableLlevo dos horas buscando a mis compañeros de aventuras y no logro dar con ellos. He pasado otro puerto (Pico Mataparda) y nada de nada. Por cierto, hemos dejado atrás el pantano de Benagéber; tenía unas vistas preciosas, debería visitarlo otro día porque seguro que merece la pena. En mi mente toma cuerpo la posibilidad de irme de la carrera y dirigirme a un local en el que tomar un par de cervezas y unas tapitas. Pero entonces no tendría reportaje…

Hablando de comer: ahí veo al trío en cuestión. Bueno, en realidad sólo están Alberto y Carlos. Han parado para comer algo antes de tener que asaltar los próximos puertos de montaña (Pico Remedio, Pico Peñas de Dios). Después de pasar por Chelva vamos a atravesar las poblaciones de Tuéjar, Ahillas, La Yesa y también Higueruelas. “¿Vas a seguirnos en cada puerto?”, me preguntan los hermanos, y les confirmo mi voluntad de intentarlo.

Estas poblaciones son pequeñas y están rodeadas por unas montañas poderosas y una vegetación espectacular. El día, muy soleado, es ideal para perderse en una excursión… pero sobre una bicicleta la sensación debe ser muy distinta. Un ciclista me dice, con buen humor: “¿Hay sitio en tu coche para una bici y un cadáver?”. Las carcajadas casi me hacen salirme de la carretera…

Sufriendo sobre dos ruedas
No es el título de una película de moteros de los años 70, sino la realidad de la carrera que estoy cubriendo. Las caras de los corredores, tras más de cuatro horas de pedaleo son de cansancio, de extenuación, de sufrimiento. La prueba es dura y aún falta bastante para que acabe.

Pero se ve satisfacción en la mayoría de los corredores: se han preparado bien para la ocasión, todos esos fines de semana saliendo en la madrugada han servido para que las piernas se habitúen al cansancio y, en jornadas como la de hoy, se aprecia que la buena preparación ofrece su recompensa.

He dejado atrás a un ciclista accidentado que estaba siendo atendido por varios miembros de la organización (estos sí lo eran, desde luego). Sin pensarlo me he ofrecido para ayudar, pero las instrucciones han sido claras: “Sigue, no te pares”. Pues nada,  seguir tomando notas… y fotos.

Los últimos puertos
'1ª Marcha Cicloturista de los 7 Picos' en Requena: una experiencia memorable'1ª Marcha Cicloturista de los 7 Picos' en Requena: una experiencia memorableHemos superado unas carreteras muy estrechas, pedregosas y llenas de baches… pero aún falta bastante para alcanzar la meta. Nos dirigimos a Villar del Arzobispo, para alcanzar después la población de Chulilla.

El Pico de Chulilla pone a prueba la resistencia de los corredores. Estoy en un grupo de buen nivel, que no luchará por la victoria de la Marcha pero que sí logrará registrar un buen tiempo… así que se responde bien a la exigencia de este monte. Uno menos.

Llegamos a Sot de Chera, aunque podríamos estar perfectamente en El Cairo. ¡Qué calor! Las chicharras arman un buen jaleo bajo los rayos del sol. Y no corre nada de viento. Sigo tomando fotos mientras escucho el sonido del cambio de platos en las bicicletas… ¡Clac! Y es que los repechos son ya de cuidado y las fuerzas están cada vez más justas…

Carlos y Alberto llegan a mi posición erguidos sobre sus bicis… hay que subir los puertos de montaña a golpe de riñones, si es preciso: “¿Llevas agua?”, me preguntan. Les doy un par de bidones, pero los rechazan: “¡Mete el agua en botellitas!”. Los alcanzo de nuevo, poco después, y aceptan el H2O como si fuera la fórmula secreta de la Coca Cola. Le doy otra botella a una de las motos de la organización. “¿A quién se la doy?”, me preguntan. “A quien veas que lo está pasando peor”, le responde. Me da la gracias y se pierde entre una nube de bicicletas.

La llegada a meta
'1ª Marcha Cicloturista de los 7 Picos' en Requena: una experiencia memorableAntes de llegar a Chera hay que superar un pico, situación que se repite con la población de Requena. Son las dos últimas ascensiones antes de afrontar los kilómetros finales. Son más de 6 horas conduciendo… ¡y yo no puedo quejarme, porque los que están yendo en bicicleta sí están dando una lección!

Ya estoy otra vez en Requena. Aparco y voy corriendo hacia la meta. Debo tomar alguna foto sobre la llegada. Enciendo la cámara y empiezo a fotografiar a los ciclistas que van llegando a meta. Veo caras relajadas, conscientes de que su sacrificio llega a su fin. También hay caras de satisfacción, porque están superando sus mejores expectativas.

Sigo sin saber nada de Juanjo, aunque sí asisto a la llegada de Carlos y Alberto. En efecto, y como han anticipado esta mañana, llegan juntos: se han pasado 6:32:48 sobre el sillín. Bastante menos de lo que ellos esperaban (y muchísimo menos de lo que decían que iban a tardar). Se les ve satisfechos, pese a la fatiga. Ocupan los puestos 111 y 112 (fueron 787 los que cubrieron el recorrido).

Epílogo
Al final pude encontrarme con Juanjo, que ha logrado un sensacional 45º puesto (con un tiempo de 6:11:18). “¡No te he visto en ningún puerto!”, me dice sonriente. Le explico que mi coche corre menos que su bici y que no sabía que se había propuesto ganar la carrera. Se ríe y me dice que ha quedado lejos del ganador (por cierto, se llama Francisco García Morillas y sólo necesitó 5:36:38 para alcanzar la meta).

Tras la carrera hay que hidratarse y también es necesario ingerir alimentos. Mientras lo hacen, Juanjo, Alberto y Carlos comentan anécdotas de la carrera: lo poco que ha faltado para que uno de ellos se fuera al suelo en un descenso, el calor que han pasado, lo bien que se han sentido a pesar de la dificultad de la marcha…

Me retiro un poco mientras sigo escuchándolos. Otro ciclista se une a su conversación. Comentan sus vivencias en esta jornada y, de repente, me pregunta Carlos: “Bueno, periodista, esperamos leer pronto tu reportaje. Y poder ver las fotos que has hecho. ¡Podrías subirlas a Internet!”. No puedo negarme, evidentemente; la carrera ha sido dura y creo que todos los participantes se merecen tener un pequeño recuerdo de la jornada.

En fin, para mi ha sido un placer narrar en unas líneas (ya sé que son BASTANTES líneas, ya lo sé) mi visión respecto a su afición por el ciclismo y recoger en unas imágenes algunos de los momentos vividos en este día. Espero que os guste.

Los interesados en acceder a nuestra galería de fotos pueden hacerlo clicando aquí.

Quienes deseen conocer la clasificación final de los participantes en la ‘1ª Marcha de los 7 Picos’ puede entrar en la web

http://www.marchasietepicos.es/sietepicos.html

5 Comments
  1. Hola, me podrías mandar la foto, DSC_0267.jpg,de la marcha cicloturista 7 picos de Requena. ¿me la podrías mandar al correo, por favor? En la galería se ve muy pequeña y apenas se aprecia la imagen.
    Mi correo es:cargilesg arroba hotmail punto com
    Muchisimas gracias.
    Un saludo.

  2. Hola, me gustaría tener alguna de las fotos, concretamente la que tiene como nombre DSC_0327.jpg, ¿me la podrías mandar al correo, por favor? En la galería se ve muy pequeña y apenas se aprecia la imagen.

    Mi correo es: alberto_loko_2 arroba hotmail punto com

    Gracias.

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