Un informe de la Conselleria de la Conselleria de Educación, respecto al CEIP Emilio Lluch, indigna a madres y padres de alumnos

Los representantes del AMPA del Centro de Educación Infantil y Primaria (CEIP) Emilio Lluch de Náquera han acogido con verdadera sorpresa los resultados de un informe emitido por la conselleria de Educación, a instancias del Síndic de Greuges.

José García

El AMPA del CEIP Emilio Lluch de Náquera remitió una carta al Síndic de Greuges, recibida por éste a finales de septiembre de 2011, en la que le notificaban a éste el estado en que se encuentra el centro de estudios en donde se escolarizan sus hijos.

El Síndic de Greuges, a su vez, remitió un detallado informe a la conselleria de Educacuón, Formación y Empleo de la Generalitat Valenciana. En seis folios pormenorizaba las reclamaciones de padres y madres de alumnos, para acabar “recomendando” al conseller que “adopte las medidas necesarias, tanto técnicas como presupuestarias, para adecuar/ampliar el CEIP Emilio Lluch de Náquera”.

Asimismo, el Síndic reclamaba que se instara a los Servicios Técnicos de la Dirección Territorial de Educacuón de Valencia “a realizar una valoración exhaustiva de las deficiencias denunciadas, para determinar cuál sería la solución a adoptar, mientras se resuelve el proceso de construcción” del futuro centro.

Situación del centro
En sus quejas, los representantes del AMPA manifestaban que el CEIP Emilio Lluch es el único centro educativo que existe en el término municipal, datando su construcción de 1982, sin que se haya producido ninguna ampliación desde entonces.

Se constataba que, en 30 años, ha aumentado el número de habitantes del municipio, pero no el de plazas en las aulas; que, desde hace 6 años, todo el alumnado de educación infantil se escolariza en “aulas prefabricadas”; que algunos alumnos reciben sus clases “en los pasillos que separan los barracones, por falta de espacio”; que el centro no dispone de gimnasio ni de espacios en donde se pueda impartir adecuadamente la asignatura de Educación Física”.

También se indicaba que los niños “no disponen de un patio infantil sin superficie ni condiciones suficientes”; que el centro carece de “aula de música”, que no dispone de Biblioteca y que el “el antiguo laboratorio se emplea como aula de informática”; y que el antiguo comedor “es empleado por los niños de primaria en dos turnos, debido a la falta de espacio”.

Interés del Conseller
El Síndic de Greuges recibió la respuesta de la Conselleria de Educación el 2 de noviembre de 2011 (apenas dos meses después de haber remitido su carta al conseller de este ámbito, José Císcar). La contestación del conseller, sin embargo, se había redactado el 20 de octubre (un mes antes).

En su misiva de respuesta, el conseller Císcar remitía un informe elaborado por el Servicio de Infraestructuras i Gestión patrimonial de la Conselleria de Educación, Formación y Ocupación. Además, Císcar admitía su “interés por dotar de unas instalaciones y de calidad” a los alumnos del CEIP Emilio Lluch, “por lo que se ha procedido a la licitación de esta infraestructura educativa”.

También señalaba este conseller que aceptaba la recomendación efectuada por el Síndic de Greuges “en la medida que las disponibilidades presupuestarias lo permitan”. Sin embargo, un año después de emitirse esta carta, aún se desconoce cuándo comenzarán dichas obras y si existen las condiciones presupuestarias que permitan que éstas comiencen.

El informe del Consell
El breve informe elaborado por el Servicio de Infraestructuras i Gestión patrimonial de la Conselleria de Educación contrasta con el remitido por el Síndic de Greuges a la Conselleria: mientras que este último era de 6 páginas, el informe técnico apenas cubre medio folio.

En él se establece que existen dos espacios en la planta semisótano (uno empleado por el AMPA y un almacén) “no siendo ninguno de ellos apto para el uso a que se destinan, por no cumplir las condiciones de habitabilidad necesarias”.

Señala el técnico que elaboró el informe que en dichos espacios “falta iluminación y ventilación natural, y no cumplen el Código Técnico de la Edificación, en caso de incendio”. También se señala que la biblioteca “está ubicada en un espacio inadecuado para este uso, por no disponer de condiciones para ser evacuada de forma directa, y deber accederse a ella a través del aula de informática”.

Postura del AMPA
Los integrantes del AMPA del CEIP Emilio Lluch de Náquera consideran que esta respuesta es “una represalia” contra ellos por la por haberse mostrado críticos con la situación en que se encuentran sus hijos: “lo único que han hecho es hacer uso de su derecho constitucional a presentar una Queja al Síndic por un colegio digno para sus hijos”.

Creen los padres y madres de los alumnos de este centro que lo apuntado en el informe “es una mínima parte de los problemas que señalábamos en nuestra queja” y que privar al centro de un lugar en el que pueda reunirse el AMPA, del almacén y de la biblioteca “sólo agudiza los problemas que existen en el centro”.

En el AMPA del CEIP Emilio Lluch existe verdadero malestar al comprobar que el informe no se pronuncia respecto a todas las deficiencias que enumeraban: “¿Sólo se han detectado estas tres deficiencias en todo el centro?”, se preguntan los representantes de este colectivo.

 

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