Más de 500 padres y alumnos del Emilio Lluch protestan contra el retraso de las obras

Concentración de los alumnos del colegio Emilio Lluch ayer en la glorieta de Saint Germain.

Cerca de 500 personas participaron ayer en la suelta de 300 globos para denunciar el nuevo retraso de la licitación de las obras de ampliación del colegio público Emilio Lluch de Nàquera. Los afectados recordaron que el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, se comprometió en octubre a que sería un hecho antes de final de 2014.

P.G.

Los alumnos del colegio público Emilio Lluch que acuden a clase en barracones comenzaron ayer su jornada escolar concentrándose en la glorieta Saint Germain donde soltaron más 300 globos para simbolizar que “las palabras -en este caso del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra- se las lleva el viento”.

Cerca de 500 personas, entre padres y escolares, participaron en este acto de protesta convocado por el AMPA del Emilio Lluch que es el primero de un intenso calendario de movilizaciones para denunciar los continuos incumplimientos a lo largo de la última década por parte de la Generalitat.

El último, y que ha colmado la paciencia de la comunidad educativa, es el compromiso expresado por el jefe del Consell el pasado mes de octubre en el acto de inauguración de la nueva sede del PP en Nàquera, en el que Fabra aseguró que las obras de ampliación del centro se adjudicarían antes de que finalizara el pasado año.

Casi un mes después, la Asociación de Madres y Padres del Emilio Lluch ya no aceptan más excusas y están dispuestos a llegar hasta las puertas de la Generalitat para exigir las obras que permitirán acabar con los barracones en el centro.

“Desde hace más de diez años la mitad de los alumnos están en barracones y los otros alumnos en unas instalaciones calificadas por el Banco Europeo de Inversiones de poco adecuadas y que además no cumplen las estándares definidos en la normativa española al
carecer de muchas dotaciones existentes en cualquier otro colegio”, recuerda el AMPA en un comunicado.

“Si la indiferencia es la consigna de una administración poco operativa, que en diez años no ha querido dar respuesta al derecho universal de los niños de Náquera a recibir una educación pública de calidad, con espacios adecuados con capacidad para acoger al número de alumnado, las voces seguirán gritando una y otra vez: No más excusas: ampliación del colegio público de Nàquera. No queremos un colegio de segunda para nuestros hijos”, añaden los afectados.

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