“Porxinos ha sido un engaño masivo a todos los aficionados”

Robert Raga (PSPV), alcalde de Riba-roja de Túria

Robert Raga (50 años) colgó el uniforme de Policía Local y renunció a un sueldo fijo para perseguir un objetivo: ser alcalde de su pueblo. Ocho años después y tras un pacto ‘a la valenciana’ firmado en el Ateneo a las 5 de la mañana con Compromís, EU y Podemos este socialista hijo de un agricultor y una modista, que ya han soplado las 90 velas de la tarta, se hizo con la vara de mando en 2015. Vive para la política, una “pasión” a la que ha puesto fecha de caducidad. Divorciado y sin hijos, se levanta a las 6 de la mañana para desayunarse los titulares del día.

¿Cómo se siente en la piel de alcalde tras año y medio al frente del tripartito?

Mi objetivo era ser alcalde para disfrutar haciendo lo mejor posible para mis vecinos. Si la gente me vota otra vez estaré ocho años y si no cuatro y punto. Es un compromiso con mi partido y con mis vecinos. Para mí sería lo máximo desarrollar los proyectos que hemos iniciado con este gobierno de pacto  y después dedicarme a mis cosas.

¿Cuáles son esos  proyectos que pretende iniciar?

Las tres prioridades para este gobierno municipal, aunque son proyectos de competencia autonómica, son el nuevo centro de salud, el metro y el apeadero de València la Vella, que va a ser cofinanciado al 50%, y el nuevo colegio con las ramas artísticas de Música y Danza.

¿Es sólido el pacto de gobierno para afrontar lo que resta de legislatura?

Creo que sí. La negociación fue dura porque los socios hicieron un tripartito -Compromis, EU y Riba-roja Pot- de seis concejales, los mismos que nosotros y querían compartir alcaldía. Hubo tensión, pero  somos un tripartito que funciona bien. Estamos satisfechos.

¿A qué se debe el distanciamiento de Podemos, que le apoyó como alcalde pero no entró en el gobierno?

Les hemos invitado a gobernar, pero se han quedado en soledad. Parece que va un poco contra el tripartito. Ellos sabrán por qué.

El alejamiento de uno de los firmantes del pacto del Ateneo coincide con su acercamiento al grupo municipal de Ciudadanos.

Pactamos los presupuestos con Ciudadanos, que son personas muy razonables y que no necesitan la política para vivir.  

¿A qué atribuye los malos resultados del PP?

Una de las lecciones que he aprendido es que la frescura y la potencia de las ideas cuando llevas dos o tres legislaturas se van agotando. De ahí mi decisión. Su declive fueron los años en el poder y las salpicaduras de corrupción del PP como marca. No lo siento políticamente, pero la portavoz del PP se acostó siendo alcaldesa y se levantó en la oposición.

Una de las herencias que ha recibido de la gestión del PP es el PAI de Porxinos. ¿Cuál es su visión?

Lo siento por mis vecinos,  por el niño al que le vendieron que iba a ir con un pase vip a ver cómo entrenaban y jugaban en los campos de Porxinos. Estaban generando ilusiones para que no salieran. Nosotros sabíamos que estaban engañando. Porxinos es un engaño masivo a los aficionados. Todo lo que aparejó para Riba-roja fue para mal. Nos ha llevado una situación kafkiana. Nos defenderemos hasta las últimas consecuencias en los tribunales. Nos piden 25 millones de euros que ya se han gastado. Han presentado otro PAI. Todo esto es un lío para no pagar nadie.Vamos a ver quién paga los platos rotos. Riba-roja, el Valencia, los bancos. Lo dirá la justicia.

Denunció que no aparecen las facturas del despacho de alcaldía. ¿Ha revisado ya todos los cajones?

Nos falta tiempo. Lo que nos hemos encontrado es la antítesis de una buena gestión.

En su caso, ¿qué le gustaría dejar como herencia?

Me gustaría que fuera una década de poner en valor a la persona y a su entorno. Conseguir que los barrios y urbanizaciones sean sitios dónde se viva mejor, que los vecinos sean más felices mejorando la limpieza, las zonas verdes, los barrancos,  las infraestructuras deportivas. Que Riba-roja, que es muy bonita, sea mucho más limpia y sostenible.

Acaba de abrir el Museo de Cerámica del Castillo. ¿Qué papel juega el patrimonio en esa mejora?

La riqueza patrimonial es un tema apasionante con el yacimiento visigodo que hay que explotarlo. Para no ser injusto con el PP, tengo que reconocer que se hizo una buena restauración del casco antiguo.

¿Qué proyecto de los que hay en marcha destacaría?

Me apasiona Crea’t para descubrir el talento en el municipio en todos los campos: el teatro, el cine, la literatura, la música, el circo. Esto es una semilla y estamos tratando de que se implique la empresa privada. También el ecoturismo para que los cruceristas que vengan a Valencia tengan incluído un día en el Parque Natural del Túria.

¿Ha valido la pena esta aventura política?

Me costó muchísimo empezar una vida nueva. Pedí una excedencia voluntaria para trabajar de todo para ser alcalde: de chófer, vendiendo alarmas, en una residencia. Ha sido un recorrido intenso durante los ocho años en la oposición como concejal. Tras las últimas elecciones hubo un acuerdo a las 5 de la mañana y aquí estoy.

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