“Venir a Llíria es una oportunidad irrechazable e ilusionante”

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El nuevo entrenador del club edetano Víctor Rubio llega tras 10 años en Gandía

Nuevos tiempos corren por el Pla de l’Arc de Llíria para esta nueva temporada a lo que a baloncesto se refiere. Una plaza tan grande como marca su historia. Porque sin lugar a dudas, la capital de la comarca del Camp de Túria es sinónimo de baloncesto. 

Junto a este nuevo rumbo, Begoña Sanz, presidenta del club edetano, llega con Víctor Rubio, experimentado entrenador que busca devolver la ilsuión a toda la familia amarilla y negra, tras varias campañas buscando el ansiado ascenso a Leb Plata.

El técnico de Gandia llega tras más de diez temporadas dirigiendo al conjunto de La Safor y con la lección más que aprendida de las diferentes dificultades que afronta una liga EBA, tan competitiva como exigente.  Rubio llega con ilusiones renovadas y todas las instrucciones memorizadas bajo la batuta de tantos años junto a otro mito de este deporte en la ciudad de la música como es Isma Cantó.

Nueva etapa, nuevo camino. Llíria es el destino. ¿Cómo afrontas esta nueva etapa?
Lo afronto con mucha ilusión. Venir a Llíria es una opción que nunca me había imaginado que se iba a dar, pero que una vez te llega es difícil decir que no. Yo recuerdo en plena negociación con Begoña Sanz, la presidenta, y decirle que debo decirle que no por mi situación laboral, pero tengo que decir que sí, y además convencido, porque es un club irrechazable y era una oportunidad preciosa, con una entidad con esta historia y yo también necesitaba un cambio.

Después de tantos años como visitante en el Pla de l’Arc  ¿cómo es venir ahora como local?
Es muy especial. Cuando miras el calendario siempre marcas en rojo el venir a Llíria. Sabes que esta afición, que sabe mucho de baloncesto, no solo valora el marcador, si no también el trabajo y la presencia, por lo tanto siempre es especial. Ahora siendo el entrenador local, tiene ese componente de ilusión máxima de lo que supone y paralelamente de entrenar a un equipo como este.

¿Qué valoración haces de la plantilla en estos primeros días como entrenador del Club Bàsquet Llíria?
Yo estoy muy contento con la implicación de todos y es un reto muy especial tener tantos jugadores de Llíria. Somos una plantilla muy competitiva, pero también somos conscientes de nuestras limitaciones. Si verdaderamente queremos alcanzar los grandes objetivos de la temporada, llámese “final four” o ascenso a LEB Plata, vamos a tener que hacer un esfuerzo y maquillar alguna posición que a día de hoy notamos endeble.

Haciendo referencia a ese posible ascenso o luchar por estar ahí arriba, ¿qué objetivo tiene la plantilla?
Yo solo quiero recordar que el ascenso de EBA a Plata se criban 110 equipos y solo suben cuatro. Dicho esto, el porcentaje de dificultad queda bien claro. Hay que ir paso a paso. Hay que tener calma y  los pies en el suelo. Pero lo más importante es que desde la directiva del club y nosotros estamos en la misma sintonia y eso es muy importante para la dinámica del equipo.

Isma Cantó, es una persona muy importante en tu aprendizaje del baloncesto y de la vida, ¿qué significa para ti?
Para mí es referente a nivel de baloncesto y también ha sido un segundo padre. Hemos hablado mucho de diversos temas. Él tiene una visión muy particular de la vida y es alguien muy imporante en mi carrera. Es alguien que traté de exprimir al máximo y a quien siempre estaré agradecido de propiciar el mejor entorno en mi formación. Él es una persona muy humilde y eso te permtie crecer a su lado casi sin que te des cuenta.

¿Qué mensaje le puedes transmitir a los aficionados edetanos de cara al inicio de esta nueva temporada?
Yo siempre digo una frase que cuando alguien quiere resultados diferentes, tiene que hacer cosas diferentes. Este año se han cambiado muchas cosas en todos los ámbitos. Y esperemos que ese sea el camino para ir hacia lo bueno. No vengo desde Gandia, recorriendo 100 kilómetros diarios para venir y otros 100 para volver, si no estuviera convencido de lo que me han tratado de transmitir, pero sí veo la intención de devolver a Llíria al lugar donde merece y eso va a ser imposible sin el apoyo de toda la afición de la localidad, que sin lugar a dudas disfrutará de un gran año de baloncesto.

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