No soporto el rap

JUAN PEDRO SERRANO

Juan Pedro Serrano Latorre, Secretario General PSPV-PSOE La Pobla de Vallbona

La evolución de la pandemia, las trabas que pone el PP para impedir el normal funcionamiento democrático del país, y las manifestaciones contra el encarcelamiento de Pablo Hasel son tres de los temas que destaco de entre los muchos que nos ofrecen los medios de comunicación estos días. Encuentro un nexo de unión entre ellos, un concepto, una palabra que los relaciona: libertad.

La libertad que nos arrebatan el estado de alarma y la introducción vía vacuna de un “chis” espía, según los negacionistas. La libertad que nos hurta el PP, dedicado a obstruir la acción del gobierno y de la justicia, para ocultar como puede sus vergüenzas. Y la libertad que muchas personas solicitan para Pablo Hasel, manifestándose por las calles de Barcelona.

Respecto a esta última cuestión, resulta paradójico observar cómo reclaman libertad los presuntos seguidores del cantante. Aquellas primeras manifestaciones pacíficas que recorrieron las calles de varias ciudades, en las que se coreaban eslóganes a favor de su indulto y por la libertad de expresión, se han transformado en auténticas bacanales de fuego, desorden y agresiones violentas contra la policía. Quemar contenedores, destrozar mobiliario urbano y asaltar comercios para robar los artículos expuestos en ellos son actuaciones que, sin embargo, parecen orientadas a alcanzar un objetivo muy distinto al que se proclama: generar el caos.

Exigir libertad nos compromete a mucho más que a gritar una palabra de ocho letras y asegurar, sin más, que se defiende. Supone recurrir a un concepto ideológico para reclamar un derecho inalienable, expresar un deseo universal, plantear un reto imposible, una utopía. No se puede hablar de libertad en términos absolutos, en abstracto, y reivindicarla sin aceptar que existen condicionantes que la limitan y la hacen posible; sin tener en cuenta conceptos como derechos, deberes, o responsabilidad; sin asumir que la vida en sociedad y democracia exige, como apuntaba Sartre, respetar la frontera que se erige entre mi libertad y la de otras personas.

Dejando clara, por tanto, mi oposición y condena a las formas que se emplean, yo también solicito que se indulte a Pablo Hasel y a todas las personas que, como él, sufren pena de cárcel por decir lo que piensan. Lo hago, entre otras razones, porque me parece inadmisible que España haya sido el país con más artistas condenados a prisión en los años 2018 y 2019, según el informe Freemuse, organización internacional consultora de la ONU. Porque no puedo aceptar que se encarcele a personas por expresar su opinión, por mucho que la misma nos desagrade, o por muy en desacuerdo que estemos con ella. La libertad de expresión es un derecho fundamental reconocido en nuestra Constitución y como tal debe preservarse. Admito que en determinadas ocasiones este derecho puede entrar en colisión con otros, como el derecho a la intimidad y el honor, y acepto que no resulta fácil establecer criterios objetivos para decidir cuál debe prevalecer en caso de denuncia ante los tribunales. Ante la duda, y mientras algunas leyes se reforman o derogan, siempre me inclinaré por el primero, y acudo al comodín de la educación, como siempre hago, para ofrecer alguna idea: cuidar las formas, evitar insultos, no faltar a la verdad, comprobar que la información que se ofrece puede resultar útil al interés general, y no permitir que se vulnere de manera gratuita el honor de personas y colectivos a los que se critica, o cuyos actos se denuncian.

Confieso que nada sabía de Pablo Hasel hasta hace unos días, que nunca le había oído cantar y que, probablemente, no volveré a escucharlo, una vez superada la primera prueba. Espero que acepten la broma y la ironía, pero es que, como machaconamente repetía Sabina en una de sus canciones, “no sopor, no sopor, no soporto el rap”. Por lo demás, solo me queda suscribir lo que dijo en su día Evelyn B. Hall: “Estoy en desacuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo.”

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