En tiempos de los visigodos en Camp de Túria

El Museu de Prehistòria acoge la exposición con piezas de València, Riba-roja, Bétera y Llíria

El Museu de Prehistòria acoge desde hoy la exposición temporal ‘En tiempo de los visigodos al territorio de València’ que reúne un centenar de objetos recuperados de los yacimientos visigodos de Riba-roja de Túria, Bétera, Llíria, Valencia y Cullera.

El diputado de Cultura, Xavier Rius, la directora del museo de la Diputación de Valencia, María Jesús de Pedro, junto a los alcaldes de Riba-roja y Llíria, Robert Raga y Manolo Civera, y la diputada y concejala del Ayuntamiento de València, Glòria Tello, han presentado la muestr comisariada por los arqueólogos Esperanza Huguet, Josep Maria Macias y Albert Ribera.

Los fondos expuestos pertenecen al Servicio de Investigación Prehistórica de la Diputació de València, al Servicio de Investigación Arqueológica Municipal del Ayuntamiento de València, al Museo del Pla de Nadal de Riba-roja y al Museo Arqueológico del Ayuntamiento de Llíria.

Entre el centenar de piezas expuestas, las más numerosas, casi medio centenar, han sido encontradas en la ciudad de Valencia, en La Almoina, mientras que el resto proceden de las excavaciones llevadas a cabo en los yacimientos de Pla de Nadal, cuyo museo laberga 400 de las 1.000 piezas encontradas, y Valencia la Vella en Riba-roja, en l’Horta Vella de Bétera y algunas piezas de la capital edetana.

El planteamiento museográfico de la exposición ha sido desarrollado por el equipo de exposiciones del Museu de Prehistòria de València, con la contribución del arquitecto Miguel Ángel Navarrete Santana. Escapando de las iluminaciones tenues y los colores apagados, el espacio se conceptualiza mediante una iluminación intensa y la presencia de vivos colores ya que la propuesta expositiva está basada en una síntesis de las paletas de colores planos (amarillos, rojos, verdes y azules) con los colores primarios empleados en el siglo XX por movimientos artísticos como el neoplasticismo.

La exposición consta de un espacio introductorio y tres ámbitos: El mundo urbano, La vida cotidiana y Territorium.

El discurso expositivo se inicia con un esbozo de la visión que la historia moderna y contemporánea ha elaborado del mundo visigodo, incluyendo la representación de éste por la cultura popular. Se expone una imagen extraída de un códice alto medieval, que muestra cómo los visigodos se representaban a sí mismos. Estas dos perspectivas, que hacen hincapié en la contraposición entre la auto-representación de una sociedad y la visión de la misma desde el presente, son las que nos proporcionan los elementos cromáticos que dan forma a la exposición.

El espacio de “Presentación” tiene una iluminación más tenue y un color azul cobalto, haciendo que destaquen la imagen retro-iluminada de un códice visigodo y el título de la exposición. De esta manera el visitante tiene la sensación de adentrarse en un espacio de un remoto pasado. Esta parte se inicia con el audiovisual Quienes fueron los visigodos, una vitrina-muro con piezas emblemáticas como el anillo de oro con amatista del siglo VII procedente de La Almoina o el tridente de oro de Leovigildo que imita el monetario bizantino, de la segunda mitad del siglo VI, procedente de València la Vella. Un vinilo sobre suelo muestra un mapa de la migración de este pueblo en su diáspora hasta la península ibérica.

“El mundo urbano” y “La vida cotidiana” están unificados en el color granate. Las piezas aquí expuestas, un bol de vidrio tallado con escenas cotidiana, una lucerna de canal abierto o los collares de ámbar y pasta vítrea, nos hablan especialmente de la ciudad episcopal de Valentia, de su economía y comercio, y por eso es un espacio abigarrado y tortuoso, con un gran número de elementos museográficos, donde destaca una estructura especial que representa una tumba colectiva de la conocida Cripta de San Vicente, y un interactivo sobre el conjunto monumental de la Valentia visigoda.

El último ámbito denominado “Territorium” se divide en dos partes que corresponden a dos colores. En el primer espacio más diáfano, se presentan tres yacimientos: el monasterio de Punta de l’Illa, el asentamiento amurallado de València la Vella y la villa rural de Horta Vella. Cada uno de ellos representa un estilo de vida bien definido por sus piezas arqueológicas: los objetos de culto como un lampadario de bronce, la acumulación de riquezas y poder a través del monetario de oro, plata y bronce y el trabajo rural con los podones y tenazas de fundición. En esta parte se destacan las imponentes murallas del asentamiento de València la Vella con una gran lona retro-iluminada lateral.

La segunda parte del ámbito de “Territorium” más cerrada, corresponde al edificio palaciego de Pla de Nadal, en el que se muestran piezas de arquitectura y artes decorativas. En este espacio se cierra el círculo regresando al color azul cobalto del principio. Este color permite que las piezas arquitectónicas y sus ricos motivos decorativos tallados en piedra, de color blanco grisáceo, destaquen sobre el fondo, ganando más protagonismo. A este último apartado se accede a través de la recreación de un arco visigodo, desde el que se proyecta el audiovisual Territorium.

La exposición concluye con una frase rotulada en árabe, que pone fin al mundo visigodo, y que nos conecta con el amanecer de la cultura islámica en nuestras tierras. Esta exposición abre una ventana al conocimiento de una época histórica que en muchas ocasiones ha sido menospreciada y escasamente valorada. Sin embargo, los procesos identificados en esta época reflejan la capacidad de adaptación de un pueblo a un período poco floreciente. Y el territorio valenciano se ha convertido en uno de los mejores ejemplos para conocer una rica realidad que, necesariamente, ha de estar al

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