Compromís celebra que las cuentas del Consorcio Valencia Interior no suban la tasa

Paco García Latorre

El presupuesto recoge varias demandas de la coalición

La Asamblea del Consorcio Valencia Interior (CVI) celebró la semana pasada la primera sesión del 2021, donde uno de los puntos principales fue la aprobación del presupuesto para este ejercicio, con un importe de 21.549.942,33 euros.

Según el portavoz Comarcal de Compromís en Camp de Túria-La serranía, Paco Garcia, estas cuentas han recogido varias de las demandas que la Coalición ecosocialista venía reivindicando desde hacia varios años. Una de ellas era que no se subiese más el cálculo de la tasa de gestión de los residuos a los contribuyentes, ya que desde su puesta en funcionamiento esta no había dejado de subir.

Garcia ha explicado que Compromís apuesta por una economía circular integral, donde la gestión de los residuos sea un eje de trabajo de vital importancia en este siglo XXI. Los consorcios “deben jugar un papel importante en la planificación de cómo tratar y reutilizar los residuos, como se hace en las cerca de 120 mil toneladas que puede llegar a gestionar el CVI.” Es por ello que los nuevos presupuestos “marcan un punto de inflexión importante en la gestión de la entidad”, según Garcia Latorre.

A pesar de haber crecido en términos globales, gracias a las aportaciones de la Diputació y Conselleria de Medio Ambiente, en este nuevo presupuesto de 2021 las cargas tributarias se han congelado, e incluso bajado porcentualmente respecto del nuevo cálculo de la tasa de tratamiento de residuos, un extremo por el que Compromís abogaba.

Igualmente, en las cuentas se ha apostado por mejorar la red de Ecoparques. Para ello, se ha acordado el inicio de un nuevo expediente de modificación del contrato para la incorporación de nuevos ecoparques a la red del CVI, como el de Buñol, lo cual mejorará la gestión de los residuos y, por tanto, los resultados ambientales. Algunos puntos de recogida de voluminosos (PRV) pasarán a ser ecoparques en toda regla.

Asimismo, el CVI ha iniciado un nuevo modelo de gestión, donde se procederá a generar una estructura propia de personal para el control y la gestión de los servicios y la contratación. Así, concluirán algunas de las contrataciones externas para realizar una gestión más directa y económica. Este hecho también ha repercutido en el cálculo de la nueva tasa.

La entidad ha iniciado una política de eficiencia de recursos, centralizando sus oficinas en la Planta de Llíria, y reduciendo por tanto los costes de alquiler y mantenimiento que tenía en la Mancomunidad de Tierra del Vino en Utiel.

Para Garcia, estos pasos van en la línea de “mejorar el servicio sin incrementar la presión tributaria a los ciudadanos.”

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